A principios de julio se desencadenaron dos paros simultáneos de los obreros del azúcar; en El Tabacal (Oran) y en el ingenio San Isidro (Campo Santo). Este último fue levantado con un resultado más que positivo para los trabajadores, puesto que, consiguieron un aumento salarial del 26%, notables mejoras en sus condiciones de trabajo y no se les descontaran los días de huelga.
La adhesión al paro fue total. Se destaco la unidad entre trabajadores de fábrica y del campo. Además, se contó con el apoyo activo de toda la población de Campo Santo, que con banderas y pancartas en mano se movilizaron a las puertas de la fábrica. Sin dudas un ejemplo a seguir por todos los trabajadores y estudiantes.
Por su parte, los trabajadores del Ingenio El Tabacal alentados por este triunfo, continúan en huelga por tiempo indeterminado y en estado de asamblea permanente. Sus reclamos son por mejoras laborales y salariales. Afirman que no cuentan con agua potable, la ART no los cubre y sus salarios se encuentran entre los más bajos de la industria azucarera nacional.
Según la empresa y el gobierno, esta situación no sería de resolución sencilla debido a la crisis económica. Lo que ocultan es que El Tabacal duplico su producción de alcohol y gracias a los cuantiosos subsidios estatales aumentó exponencialmente el volumen de producción de azúcar.
En diálogo con Martín Olivera, secretario general del Sindicato de San Martín del Tabacal, puso de manifiesto que la situación de la industria azucarera es totalmente contraria a lo que afirma la Seabord Corporation, empresa norteamericana dueña del ingenio: “En el primer trimestre de este año los ingenios exportaron 114 mil toneladas de azúcar, siendo que en igual período del 2008 fueron 24 mil toneladas. Todas las estimaciones indican que a fines de julio llegarán a las 300 mil toneladas. Y esto representa algo así como 90 millones de dólares en exportación”.
En un marco de crisis, los empresarios no sólo no están dispuestos a ceder terreno ,sino que, intentan avanzar sobre los trabajadores. Utilizarlos como variable de ajuste y descargar el peso de la crisis sobre ellos. Tanto el gobierno como los empresarios saben que, en momentos como estos, dar concesiones a los trabajadores sería una derrota e implicaría una perdida de autoridad que podría animar al resto de los explotados a seguir el camino de la auto-organización.
No quieren otro triunfo obrero.
Párrafo aparte merecen los medios masivos de comunicación que presentan la lucha de los azucareros como “irresponsable”. La responsabilidad la demuestra la clase obrera cuando se organiza y transforma su situación mediante la lucha.
No nos dejemos engañar, la única salida a la crisis es la que están mostrando los trabajadores del azúcar. Apoyemos e imitemos estas iniciativas de organización y lucha para que la crisis la paguen los capitalistas.
SI EL PRESENTE ES LUCHA, EL FUTURO ES NUESTRO
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