jueves, 30 de agosto de 2012

ELEMENTOS DE BALANCE SOBRE LA LUCHA CONTRA EL AUMENTO DEL BOLETO

De cara a la ASAMBLEA por el Boleto del próximo miércoles 05/09 a las 16 hs. en el mural, compartimos un documento elaborado desde la UJS, que ofrece elementos de balance sobre el último desarrollo de la lucha del boleto y las perspectivas que se abren para adelante.


Elementos de balance sobre la lucha contra el aumento del boleto
1)- El Gobierno de Urtubey ha impuesto nuevamente un aumento del boleto común y de sus demás variantes a través de sustanciar el paso legal obligatorio de la audiencia pública. Los límites de la movilización popular chocaron además con la cohesión del conjunto del régimen y las facciones políticas burguesas que se reivindican opositoras, ya que ninguna de ellas intentó consecuentemente poner trabas en las ruedas a la política de tarifazo de Urtubey. (Véase como ejemplo por la negativa, la oposición cerrada al “impuestazo” sobre el capital sojero, o sea las retenciones móviles, en la crisis de la 125 en el 2008). El tarifazo y su descarga sobre el pueblo es una política común de todas las facciones burguesas de derecha a izquierda sin excepción.

2)- Sin embargo, el aumento escalonado del boleto llevado adelante por Urtubey los últimos 4 años, ahora entra en crisis con la medida del gobierno nacional de congelar los subsidios al transporte de ahora en más. En un país con una inflación anual promedio del 30%, es un llamado al tarifazo generalizado y de mucha mayor envergadura. Tengamos en cuenta que hoy más del 65% de los ingresos mensuales de SAETA provienen de subsidios nacionales y provinciales. Por lo tanto el actual aumento del 25% del boleto solo tiene un impacto sobre el 35% de los ingresos y de ahora en adelante el monto de un nuevo aumento deberá determinarse sobre el 100% de los ingresos mensuales por todo concepto. La única posibilidad de evitar un tarifazo más pronunciado es el reconocimiento de la masa de subsidios por parte ahora del gobierno provincial. Esta es la variante menos probable porque justamente el propio gobierno provincial tiene menos condiciones que el estado nacional para mantener esta masa de subsidios en el marco del agotamiento de sus cajas y de la crisis económica en agudización. Urtubey no ha terminado de imponer su tarifazo escalonado que ya está obligado a discutir uno de mayor envergadura.

3)- La lucha por el boleto se convierte entonces en una lucha de más largo alcance en el tiempo, esto por la recurrencia y magnitud cada vez mayor de los aumentos. Pero también adquiere una perspectiva más amplia, toda vez que el esquema de funcionamiento de SAETA solo es viable con el actual esquema de subsidios tanto provinciales como nacionales. La salida del esquema de subsidios, no solo plantea un choque con la población usuaria, sino también con los grupos capitalistas que solo pueden ser parte del negocio a través de la intervención estatal mediante estos subsidios. Esta crisis obligadamente se traducirá en crisis políticas ya que las diferentes facciones políticas burguesas no son más que lobistas de grupos capitalistas. Este nuevo cuadro de situación genera mayores condiciones para avanzar en la lucha contra el boletazo, pero también esto dependerá de hasta que punto el conjunto del movimiento intervenga con una posición más de conjunto ante la crisis planteada. De ahora en más debemos explicar que las subas del boleto expresan el agotamiento del esquema SAETA y  obliga a que el movimiento de lucha oponga un planteo de conjunto a las diferentes maniobras del gobierno y las facciones burguesas en esta crisis del sistema de transporte. Levantamos nuestra consigna histórica de “fuera los parásitos de SAETA” “Que ALE, AYNARCHA, Alto Molino, etc. Se vayan a laburar” “Que SAETA se haga cargo de los corredores y los ponga a funcionar bajo control de sus trabajadores”. Debemos intervenir con esta perspectiva estratégica y explicarla sistemáticamente a los activistas que se agrupan con nosotros.

4)- En la actual lucha del boleto se han presentado viejas polémicas con nuevas formas que merecen un balance. A diferencia de ocasiones anteriores esta vez ha sido ADN Rebelde quien ha tomado la iniciativa de movilización en la universidad por la cuestión del boleto. Rápidamente nosotros discutimos intervenir en el cuadro generado por ellos y no paralelizar de entrada. Así, nos topamos con un intento de acción aislada, efectista y desmoralizada. ADN sostiene que el aumento es una fatalidad, que lo único que se puede hacer es que nuestra acción le genere un “costo político” al gobierno y que la forma de lograr este objetivo era hacernos reprimir al intentar un boicot. Este fue su planteo desde el inicio y que de por sí es ridículo ya que el gobierno sabe cualquier aumento de tarifas e impuestos es una medida que le resta apoyo popular y al tomar la medida ya evaluó su “costo político”. Por otra parte, a menos que opinaran que en lo inmediato, su acción iba a generar una insurrección que le cobre el “costo político” a Urtubey, la única manera de que este pague ese costo es perdiendo votos. Es decir que tenían una posición electoralista cuando falta por lo menos un año para las próximas elecciones. Con esta caracterización rechazaron sistemáticamente que la lucha contra el aumento del boleto se encuadre en una política general de tarifazos y más aun que sea la expresión de toda una crisis de régimen (el de subsidios).Para esto tomaron un eje de impugnación de las fuerzas políticas que podrían, aunque sea contradictoriamente ser aliadas en esta lucha, en nombre de que las mismas con el PO a la cabeza, son aparatos regimentadores y usurpadores de la lucha popular. Además fingieron esta posición faccional y de aparato autoproclamándose “asamblea ciudadana”. Sin embargo no fueron capaces de movilizar a nadie más que a sus propias fuerzas (su aparato) y a 2 estudiantes independientes. Muy por el contrario, la posición de la UJS-PO fue la de entender el agravio del gobierno como una política de conjunto contra toda la población y la expresión de una crisis de régimen que plantea episodios más potables para la movilización popular y estudiantil contra el boletazo. De allí se desprendía un llamado a la movilización al conjunto del pueblo, pero sabiendo que una movilización general no dependía solo de nuestro llamado sino del estado de ánimo y la evolución política más general de las masas sobre la propia crisis. Dimos la lucha por esta movilización como tarea general y nos dedicamos a la organización de nuestras propias fuerzas y periferia y convocamos a todas las fuerzas que de una u otra manera acuerden con el desarrollo de esta lucha. Desde allí sorteamos la asamblea fantasma que proponía ADN y le opusimos un llamado a todas las fuerzas que lo tomaran un frente único para impulsar una movilización popular contra el boletazo y el conjunto de los tarifazos, denunciando al gobierno que los aplica. La capacidad de movilización y agitación mayor que produjo nuestro método es indiscutible: se movilizaron junto con nosotros y sobre la base de un acuerdo político de fuerzas, las juventudes de SUR, el PCR, el MST, la CCC y hasta ADN mismo que en principio rechazó. Por nuestro lado se movilizaron además, estudiantes secundarios del Polivalente de Arte, el Tomás Cabrera y la Técnica 2. Solo impulsamos y nos movilizamos por una asamblea como ámbito de decisión cuando esta es la expresión real de un movimiento y de una participación popular por fuera de las fuerzas organizadas. Una reunión de los militantes ya agrupados en diferentes fuerzas no es una asamblea. Muy por el contrario, se convierte en una lucha de aparatos por imponer su posición uno sobre otro, por lo que combatimos esta posición impulsada justamente por los que dicen combatir las “aparateadas”.

5)-  Otro punto fundamental que se desprende de esta caracterización es la cuestión sobre nuestra posición ante la audiencia pública. Nosotros llamábamos a movilizarnos contra ella como una instancia más de denuncia contra el boletazo y que dependiendo de la movilización generada se debía discutir la posibilidad del boicot, ya que la no sustanciación de la audiencia dejaba al gobierno sin la posibilidad de imponer el aumento, al ser esta una instancia formal previa y obligatoria para habilitar el boletazo. ADN llamaba al boicot, no porque quería evitar el boletazo, sino que partiendo de que era inevitable, lo único que se podíamos generar era “hacer pagar el costo político al gobierno”. Esta posición fue rechazada en las reuniones, al igual que la de estrechar la denuncia solamente al aumento del boleto. Sin embargo, ADN el propio día de la audiencia rompió los acuerdos y se lanzó a una acción propia, escindida del resto de las fuerzas para provocar un boicot. Esto terminó en una escaramuza con la policía, que si llegaba a la represión lógicamente no se iba a detener solamente sobre ADN sino que iba a avanzar sobre todas las fuerzas movilizadas. Claramente una actitud aventurera e irresponsable. Mientras ADN y estos 2 independientes tomaron esta posición lumpen, la UJS-PO se dedico a denunciar públicamente al gobierno y sus métodos, llamando a la población a la movilización contra este, los tarifazos en curso y los que se vienen. Lo mismo hicieron los compañeros secundarios que se movilizaron junto con nosotros. Los que denuncian a los aparatos y ven aparateadas por todos lados, aparatearon al movimiento imponiéndoles su concepción cuando este las rechazó explícitamente.
El resultado fue que la población que no intervino en la movilización, escuchaba por un lado la posición del gobierno que denunciaba la movilización estudiantil como inexpresiva y montándose en la acción foquista de ADN, tildándola de violenta. Peor aun cuando ADN propinó una golpiza a un periodista en nombre de haberlo confundido con un “funcionario”. En resumen, la acción de ADN dio leña a la propaganda reaccionaria de los medios oficiales y el gobierno, mientras que la UJS-PO se dedicó a disputarle la opinión pública al gobierno defendiendo la movilización y denunciando el tarifazo. Es claro que la posición que genera mejores condiciones para una movilización más general contra el tarifazo es la nuestra, mientras que la posición de ADN contribuye al aislamiento del movimiento. Una posición desmoralizada y desesperada, solo provoca desmovilización y aislamiento. Es necesaria una acción de respuesta del movimiento contra el gobierno, denunciándolo por la represión contra los estudiantes y por el aumentazo y denunciando su intento de embarrar la cancha para justificarse por la represión y aislar a los que luchan contra el boletazo.

6)- Con la aplicación de los tarifazos del gobierno, las audiencias públicas se levantaban como una válvula de escape para la población que se oponía al aumento y evitar que esta se movilice con el afán de quebrar el tarifazo. Al no ser vinculantes, claramente la población dejó de ver en ellas una posibilidad de intervención. Esto es lo que explica su actual vaciamiento. Sin embargo la posición correcta que se desprende de esta experiencia, no es la de exigir que la audiencia pública sea vinculante ya que de todos modos eso llevaría al gobierno a una lucha pos su copamiento, tal como es la lucha por el copamiento de los cuerpos legislativos burgueses por sus diferentes partidos políticos. Es decir que las masas no se hubieran ahorrado una lucha contra el gobierno y los partidos del régimen, todo lo contrario. Tanto ayer como hoy el problema político fundamental pasa por producir la movilización popular necesaria para quebrar la política del gobierno y hacerla intervenir en los ámbitos que sea necesario, independientemente de sus formas. Sin embargo, hoy contamos con una evolución: la posibilidad de quebrar, por lo menos momentáneamente un aumento de tarifas determinado, a través de evitar la sustanciación de la audiencia pública, se presenta más claramente para las masas ante el agotamiento de su expectativa en la mera denuncia en el marco de la audiencia no vinculante. Esto quiere decir que hoy debemos mostrarle esta perspectiva a la población y sobre la base de esta posición llamarla a movilizarse contra la audiencia. La posición de ADN y los 2 independientes, genera una nueva mediación (audiencia vinculante) que obligaría a anteponer a la lucha contra el tarifazo la lucha por el carácter vinculante de la audiencia, sin que esto asegure la posibilidad de frenarlo.

7)- Las diferencias con ADN y con los 2 independientes que reagrupan en los que ellos llaman asamblea, no tienen nada que ver con la forma partido o las formas de lucha. Aun si concediéramos a la absurda tesis de que la forma partido es el problema de los movimientos de lucha, la discusión ni siquiera ha llegado allí, sino que por el contrario ha quedado todavía en el ámbito de caracterización del cuadro de lucha, las tareas que se derivan de este cuadro y el programa que debemos levantar (es decir consignas y planteos expresadas en las tesis 1 a la 6). Recién una vez resuelto este tipo de debates, se puede hablar sobre las formas y métodos  organizativos. Hoy en día encerrarse en ese tipo de discusiones en un señuelo para evitar asumir las tareas concretas que plantea la lucha en curso; su rol concreto es reaccionario. Por eso es el propio régimen quien presenta la lucha como la acción de un partido con intereses particulares a los de las masas; ellos en vez de combatir esta posición, ceden ante ella y desarman al movimiento de posición política independiente, dejándolo indefenso ante la cooptación. La idea de que los partidos deben bajar sus banderas es la máxima expresión de esta claudicación ante el Estado.
Por otro lado, las formas de lucha y organización que impulsamos son todas aquellas que las propias masas adopten en sus luchas. El marxismo revolucionario parte de la modesta posición de tomar e impulsar todas las formas de lucha en tanto estas sean la expresión genuina de intervención creativa de las masas y nos oponemos a imponerles formas predeterminadas. Ya lo hemos demostrado con nuestra intervención en el movimiento piquetero y la lucha política que dimos por su independencia política y organizativa. Lo contrario, es propio de las tendencias pequeñoburguesas, que por fuera de la historia y experiencia de lucha de las masas, buscan la fórmula mágica que insurreccione al pueblo y, claro, los ponga a ellos como su dirección indiscutida. Para esta concepción todo lo demás es totalitario o “de aparato”, aunque a en este caso lleguen al absurdo de ser ellos una minoría que hasta perdería una votación ante nosotros. Nuevamente los anti “aparato” son los que intentan imponer y aparatear al que se le cruce.
26/07/12

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